Joaquín Sánchez y Pablo Hernández quieren cambiar de dorsal. Y los dos quieren lucir el 7. Número que, tras la salida de David Villa, ha quedado libre. Los dos jugadores argumentan justificaciones similares para "adueñarse" del siete, el guarismo por el que ahora pugnan los dos futbolistas. Curiosamente, también rivales en su demarcación. A Aritz Aduriz, la última incorporación, también le gustaría llevar el 7 pero el vasco ya se ha resignado porque sabe que será el último jugador en elegir dorsal y tendrá que quedarse con uno de los que quede libre.
¿Y por qué tanto interés en este número? Joaquín y Pablo confiesan que David Villa les pidió que heredaran su dorsal y coinciden en señalar el siete como su número de la suerte. Joaquín afirma que, en las categorías inferiores del Betis, siempre portó este dorsal y que con posterioridad siempre que ha jugado con este número ha marcado o ha completado un buen partido. Confiesa que le apetece ser el siete porque le da "buenas sensaciones". Pablo, por su parte, que fue el primero en anunciar públicamente su intención de optar a este dorsal, sostiene una argumentación similar. Para el castellonense es una cifra talismán, el que, hasta que llegó al Valencia, había lucido en su camiseta.
Ahora, la decisión depende de Joaquín. Él tiene el privilegio, por veteranía, de elegir dorsal antes que Pablo y, salvo que cambie de opinión y decida mantener el 17, Joaquín será el heredero del Guaje. La decisión se oficializará en los próximos días ya que el miércoles, en el partido de presentación contra el Fiorentina, los jugadores saltarán al césped de Mestalla luciendo en sus camisetas los dorsales definitivos. En la elección, el jugador que primero elegirá número será Albelda, luego Vicente, Navarro y Joaquín. Y, todo indica, que los tres primeros mantendrán guarismo. Otros dorsales que también tendrán nuevos dueños serán el 5, 8, 9 y el 21.
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