La falta de hierro o magnesio, un elevado porcentaje de grasa o, incluso, una forma errónea de pisar, correr o conducir el balón es un handicap para que un jugador dé lo mejor de sí y, además, aumenta el riesgo de lesionarse. Por ello, los médicos, preparadores físicos y fisioterapeutas del Valencia han sometido a los jugadores en este inicio de temporada a una exhaustiva batería de pruebas con las que, además de conocer las condiciones en las que han aterrizado en Paterna tras las vacaciones, se pretende potenciar el rendimiento físico y evitar futuras lesiones. Con los tests realizados se puede revelar al detalle las debilidades, por mínimas que sean, de cada futbolista.
A lo largo de esta semana médicos y preparadores se han reunido para, con los resultados en mano, establecer pautas individualizadas a seguir con los jugadores. De cada uno se ha recopilado un extenso dossier de información y el futbolista que más se aproxima al modelo deseado es Pablo Hernández. Es decir, por su poderío físico, el veloz y potente interior derecho es el que menos preocupación genera entre los galenos. No obstante, los médicos aseguran que el grupo «en general ha comenzado la pretemporada en muy buenas condiciones». Sin ir más lejos, hombres como Jordi Alba, David Albelda o Hedwiges Maduro también presentan un estado físico notable en esta vuelta al trabajo.
Para evaluar el estado físico general se ha tenido en cuenta análisis, mediciones de peso, pruebas de esfuerzo, potencia, resistencia, tests biomecánicos, de movimiento articular y muscular y hasta odontológicos… Un sinfín de exámenes. Y la mayoría de ellos Pablo los ha pasado con una nota excelente. Por ello, desde los servicios médicos no se duda al afirmar que el de Castelló es «un compendio» de virtudes físicas, un atleta perfecto para la práctica del fútbol. Sobresale tanto en velocidad como en resistencia —medidas con la prueba de esfuerzo y los ejercicios en campo—, pero además el ´19´ cuenta con una fortaleza que ha hecho que apenas se haya lesionado en las últimas temporadas.
Otro de los aspectos que provoca que Pablo sea un jugador poco propenso a las lesiones es su peso, inferior a los 65 kilogramos. Los niveles de grasa en él son mínimos e, incluso, llega a perder algún kilogramo durante el verano. Esto, unido a que su técnica de correr y pisar no sufre alteraciones, le ayuda a prevenir problemas físicos.
Dietas y trabajo a la carta
Los estudios que los médicos del VCF han realizado a los jugadores son de los más completos que pueden efectuarse en España y Europa. Después de un triple análisis de sangre, orina y saliva se detecta fácilmente cuáles son las carencias vitamínicas de un determinado futbolista y, también en función de los niveles de grasa, establecer un régimen alimentario que aporte lo que se necesita. Por otro lado, una infección en la boca disminuye las defensas haciendo más vulnerables los músculos y las articulaciones. Una limpieza bucal sirve para impedir dichas infecciones y, a la larga, prevenir una lesión.
Entre las innovaciones que se han añadido esta temporada están los estudios de posturografía dinámica —estudio del equilibrio en parado y en movimiento—. Con una correcta manera de apoyar el pie en la pisada y de mantener el equilibrio es posible reducir el peligro de esguince tanto en rodillas como en tobillos. El VCF ha trabajado este aspecto de la mano del Instituto Valenciano del Pie, que confeccionará plantillas para moficar los apoyos perjudiciales.
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